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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Casa de La Literatura Peruana: Fernando Cabieses


La antigua Estación de Ferrocarriles de Desamparados, en pleno centro de Lima, pasó a convertirse, desde el martes 20 de octubre del presente año, en la Casa de la Literatura Peruana. Además de las figuras literarias, que son resaltadas es este Museo Vivo; la idea es homenajear y reconstruir la vida de los grandes intelectuales que ha tenido el Perú. El primero en la lista: el Dr. Fernando Cabieses Molina.


La Conferencia e inauguración de la muestra: “Vida y obra de Fernando Cabieses” se dio lugar en el Auditorio de la Casa de La Literatura Peruana, en el sótano del local de Desamparados, al lado de la hermosa Biblioteca “Mario Vargas Llosa”, el viernes 23 de octubre. Los expositores fueron el Antropólogo Juan Ossio Acuña, y el Ingeniero José Dextre Chacón, en presencia del historiador Ernesto Yepes del Castillo, Coordinador del proyecto de la Casa de la Literatura Peruana, quienes realizaron dos ensayos sobre la vida de Cabieses, su obra y su rol como médico, educador e intelectual del país.


En sus palabras iniciales, Juan Ossio, detalla su amistad con Fernando Cabieses, la cual se da desde los años 70`s, a su regreso de Inglaterra; y resalta en él a un hombre cuyas capacidades de “desprendimiento y laboriosidad insaciable” son detalles cotidianos durante su vida.
Cabieses, nacido en Mérida. Yucatán, cuna de otra civilización americana, se graduó de médico en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Neurólogo y Neurocirujano por la Universidad de Pennsylvania; además, realizó estudios de ciencias biológicas, investigador de la etnomedicina, antropología, coleccionista de fotografías, difusor de la medicina tradicional peruana, educador, entre otras facetas.


Ossio mencionaba “había varios Cabieses”. Ocupó distintos cargos, dentro de los que se resaltan, Director del Museo Peruano de Ciencias de Salud, primer Director del Museo de la Nación, miembro de academias de la medicina prestigiosas en el mundo, doctor Honoris Causa por la Universidad Garcilaso de la Vega y Rector de la Universidad Científica del Sur.


Su admiración por la medicina y por contribuir con la ciencia desde este país, tuvo sus inicios desde su época de estudiante, ya que obtuvo el Bachillerato de Medicina en el año 1946 con el título: “Contribución al estudio del Sistema Nervioso Vegetativo Cardiovascular en relación con la vida en las alturas”.


Publicó diversos libros relacionados a la medicina tradicional andina, como: “La Coca ¿dilema trágico?”, “Ayer y Hoy: Las plantas medicinales”, “La Salud y los Dioses: la medicina en el antiguo Perú”, “Abismos cerebrales: el chamanismo”, “la Maca y la Puna”, “Antropología del Ají”, “la uña de gato y su entorno”, “Cien siglos de pan”, entre otros. Asimismo, organizó el Primer Congreso Mundial de Medicina Tradicional en el Perú.


Para Juan Ossio, Fernando Cabieses rompe las trabas del etnocentrismo peruano, toma conciencia que hay problemas diferentes entre las poblaciones, y lucha por que las personas entiendan que no existen seres superiores e inferiores, por el reconocimiento de la igualdad de los seres humanos, “el conjunto de la obra de Fernando Cabieses es la integración de todos estos conceptos”, detalló. Cabieses “ha traspasado las fronteras de sus colegas para entender el pensamiento indígena”.


Fernando Cabieses estudió la etnografía, interactuando con los chamanes, explorando infatigablemente su vida, también las prácticas médicas de las poblaciones prehispánicas, el valor terapéutico de las plantas medicinales de las poblaciones precolombinas , e identificar las enfermedades de aquellos tiempos, evaluando la naturaleza de los tratamientos.


Ossio, resaltó su don de desprendimiento, al mencionar detalles sobre la obra de Juan B. Lastres, quien falleciera antes de culminar sus investigaciones sobre las trepanaciones craneanas: “Lastres no terminó su trabajo, lo hizo Cabieses y le otorgó todos los créditos a Juan Lastres”.



Por su parte, José Dextre menciona que Fernando Cabieses es el “Sabio precursor de la época del Renacimiento de la Nueva Cultura Peruana”, pues contribuye a la valoración de los diferentes aspectos nacionales como la papa, las plantas, el chamanismo y la medicina; reclamaba el desprecio a las vertientes culturales ancestrales del Perú. Dextre mencionó que en sus coloquios, “Fernando contaba como la papa peruana salvó del hambre a Europa”.


Fernando Cabieses fue un hombre polifacético y apasionado en todas las áreas donde se desarrolló, en las Ciencias, la Política, las Letras, las Artes, La Medicina, y como Educador. En su vida se resaltaban dos aspectos:


Su rol formal: Como Médico Neurólogo y Neurocirujano y como Rector de la UCSUR.
Su rol cotidiano: Como Historiador, Antropólogo, resaltando en él “el amor” por la biología, la botánica y por la farmacología.


Su relación con la Educación en Medicina fue incansable y lo llevó hasta sus últimos días. Cabieses fue egresado de la Universidad de San Marcos, fundó la Universidad Cayetano Heredia y la Facultad de Medicina de la Universidad Científica del Sur, poniendo énfasis en la formación humanista del médico.


Durante su gestión al mando del Instituto Peruano de Fomento Educativo, resaltó el uso de la tecnología en nuestra sociedad, desarrollando conceptos como la Educación para la Ciencia y la Tecnología.


Asimismo mencionaba que “si el educador no estimula el ¿por qué? es imposible que aparezca la actitud de la investigación, es ciencia”. Cabieses era participe de la renovación de los estilos didácticos, “la buena relación profesor-alumno favorece la educación”.


Como Académico fue galardonado con el Premio Amauta de Ecuador y con las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta en el Perú.


Dextre resaltó sus cualidades humanitarias de Cabieses, “predicaba con el ejemplo, quería que lo llamaran Fernando, rompía distancias y llevaba igualdad entre los seres humanos”. Agregando que “nos enseñaba a ver la vida desde el punto de vista saludable, el amor a la vida, estimulaba la fidelidad y la lealtad.


“Enseñó a saber dudar” mencionaba Dextre, “a acabar con la verdad vigente, pero que por sobre todo existe un Dios más allá de las creencias religiosas” finalizó. Cabieses enseñaba a desterrar los dogmas y que cada educador debe estar preparado para repetir las ideas básicas.


Finalmente, enseñaba a los alumnos de medicina, a desarrollar el amor al paciente. Fernando Cabieses se reunía con ellos mediante un pensamiento holístico y sistemático, no dictaba ninguna cátedra o asignatura, lo hacía en cada reunión que tenía con ellos, con cada alumno.



La presentación incluye una exposición de su obra en la Sala 14 de la Casa de la Cultura, entre los cuales se observa un escrito de puño y letra de Fernando Cabieses hablando sobre “El Azúcar y la Diabetes”:


“Hay chicas diabéticas y otras chicas dulces, no más. Me gustan las últimas. Las primeras me ponen nervioso porque la diabetes en la juventud es mala amistad. Y la diabetes en general es una enfermedad muy traicionera, porque no sientes la presencia hasta que dulcemente, te traiciona y te da una puñalada en los ojos, en el corazón o en cualquier otra parte”.


El Dr. Fernando Cabieses Molina, fallecido en enero de este año, ya forma parte de la Historia de la Medicina del Perú, por su vida, por su obra y por su contribución a la difusión de lo hecho en el Perú, desde este espacio, le dedicamos este reconocimiento, admiración e intentaremos seguir sus pasos, un grande del país.

martes, 20 de octubre de 2009

El Ritual de la Ayahuasca



Según las vendedoras de plantas medicinales del Mercado de Belén, en la amazónica ciudad de Iquitos – Loreto, en Perú, la Ayahuasca es una planta medicinal, con efectos curativos múltiples. Entre sus propiedades, manifiestan ellas, “eliminan las toxinas orgánicas”, “limpian los tubos intestinales”, “sacan todo tipo de enfermedades del organismo”, “para desintoxicarse”; además, agregan, “es el mejor purgante amazónico que existe”, y dentro de la propiedad más difundida: “alucina también”, “te purifica, te limpia”. Ellas afirman que desde tiempos ancestrales lo usaban para eliminar “el daño” y “cuando te ojean”, finalizan.


El Ayahuasca es una liana que crece en casi todos los rincones del Amazonas. Es conocida y reverenciada por todas las tribus indígenas como un elemento básico dentro de sus costumbres curativas, por lo que constituye el fundamento de su Medicina Tradicional. La palabra Ayahuasca pertenece al quechua y significa “soga del alma”.


Esta palabra tiene dos usos significativos dentro de la amazonia peruana: Primero: Para designar a la planta (Banisteriopsis caapi) que es una liana normalmente de color marrón rojizo; y Segundo: Para designar al preparado enteógeno (a base de sustancias vegetales) utilizado por los chamanes amazónicos con fines mágicos, curativos y adivinatorios.


La preparación de la Ayahuasca, es realizada por los expertos chamanes amazónicos, quienes manifiestan que su elaboración es básico, primero, La Ayahuasca: “se lo machaca con un mazo sobre el palo de Ayahuasca”, luego se pone a la olla. Esta olla, tiene hirviendo previamente con una hoja de Lobo Sanango (Tabernaemontana sananho), una hoja de Achuni Sanango, dos hojas canelilla (Cumaceba), una hoja de Toe (Brugmansia suaveolens), 350 hojas de Chacruna (Psychotria viridis) y 15 flores de Chiric Sanango (Brunfelsia grandiflora).


Luego durante la ceremonia, y previa a la invitación a probar el preparado, el chamán ayahuasquero realiza los cantos utilizando los instrumentos musicales amazónicos, con lo que hacen la invocación a los Icaros. Los instrumentos musicales son muy importantes en la ceremonia de la Ayahuasca, manifiestan los chamanes: “los cantos se convierten en Icaros” (canciones ayahuasqueras), “Si no hay canto, no hay nada” recalcan.


Se dice que mediante estas canciones los chamanes dirigen y transfieren parte de su energía a las personas. Los ícaros también son utilizados para cargar energéticamente objetos ceremoniales con el fin de dotarlos de cierto poder antes de ser utilizados. El chamán icara siempre el Ayahuasca antes de darlo al paciente.


Este ritual permite al chamán conectarse con sus Dioses, incluso con animales que ellos temen, dentro del contexto amazónico, por ejemplo los Jaguares. Es decir, les sirven como retos, dentro de los miedos que ellos tienen a la naturaleza.


Cuando se toma la preparación de la Ayahuasca, manifiesta Erlinda Fernández, una chamana amazónica, “se aparecen visiones a los que tienen enfermedades, se sienten mal, aparecen tristezas”. Para saber que enfermedad padecen las personas, es que se toma la Ayahuasca, y de esa visión “miramos donde está su enfermedad, de que viene, de donde viene”. Ellos determinan si la enfermedad tuvo su origen en los elementos de la naturaleza, “del agua, de la tierra, del cielo o del viento”, afirma.



En el video que se muestra, se evidencian las manifestaciones del ritual de la Ayahuasca. Desde el momento en que se bebe una copa del preparado, las primeras manifestaciones aparecen después de 40 a 60 minutos aproximadamente, se empiezan a visualizar luces psicodélicas de todos los colores, el cuerpo se siente con mayor ligereza, incluso se da la sensación de estar separado del piso y la percepción de estar en “otro nivel”.


Los sentidos se sensibilizan a un nivel nunca antes percibido por el que se somete al ritual ayahuasquero. Luego de una hora más, cambia el efecto psicodélico por la visión de imágenes de seres inmortales, míticos, religiosos o de miedos o temores que el paciente tiene por recuerdos en su subconciente más profundo. 


Rómulo Lizarraga Valencia, quien se sometió a este ritual en la selva de Puerto Maldonado, en compañía de turistas, justo en ese momento de cambio, empezó a ver una luz y unas graderías, manifiesta que “empecé a subir las gradas, y en lo alto, una luz brillante y blanquecina”, según su manifestación se le apareció una mujer vestida de tul blanco, “me dijo que era la Virgen María, y ella me llamaba”, finalizó.


El efecto del Ayahuasca se termina aproximadamente a las cinco horas, ya casi al amanecer, ya que estas ceremonias se realizan principalmente alrededor de la medianoche.


Según la explicación científica que se le da a la Ayahuasca, todas esas imágenes que se les presentan a los chamanes, son producto precisamente de los efectos de los alcaloides. La combinación de la Psychotria viridis (Chacruna) le permite a la Banisteriopsis caapi (Ayahuasca) actuar a través de sus alcaloides. Según el Dr. Jorge Alonso, Presidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina y estudioso del tema, manifiesta que si nosotros consumiéramos solamente la planta de Ayahuasca, por la cocción de su corteza, no actuarían los principios activos, por que se inhibirían a nivel del estómago. La incorporación de la Chacruna permite que justamente se inactiven esas enzimas, que no permiten los alcaloides de la Ayahuasca.


Quien se aventure a una sesión de estas características, deberá hacerlo de la mano de un especialista, un verdadero maestro ayahuasquero, con todos los cuidados que estas experiencias requieren. Estas plantas sagradas se deben utilizar en el momento perfecto, en el lugar perfecto, con curanderos que sepan utilizarla; y este ritual se debe hacer en la selva, no en la costa, ni en la sierra.


La Ayahuasca, al igual que otras plantas, como la hoja de Coca o en cáctus San Pedro, son hierbas muy utilizadas por la medicina tradicional peruana y símbolos curativos representativos de la Selva, Sierra y Costa, respectivamente. Tal vez, quede realizar estudios más científicos para determinar las propiedades farmacológicas del preparado de la Ayahuasca; así como de cada una de las plantas que lo componen.

miércoles, 15 de abril de 2009

Parto Vertical

Desde los inicios de la humanidad el nacimiento de los seres humanos se ha efectuado en posición vertical. Durante el S. XVII, en muchos países de Europa, se cambió la posición para el parto, con la finalidad de resolver algunos problemas durante el período expulsivo y evitar así la demora en la salida del feto; llegando incluso a utilizar cierto instrumental como el Fórceps para la asistencia externa del parto vaginal, hoy esta práctica ha ido en desuso.



En el Perú, tradicionalmente el parto se realizaba en forma vertical, conducido únicamente por la mayoría de la fisiología. Esto se evidencia a través de las cerámicas dejados por nuestros antepasados, donde se representaban a las nativas momentos antes del parto; así como a las encargadas de los cuidados maternales, antes y después del alumbramiento, quienes no eran las mismas mujeres que ejercían las funciones curanderas.

El parto se efectuaba por gravedad, lo que acusa un perfecto conocimiento clínico en su forma más fácil y normal. En la figura presentada vemos al marido que sujeta a la esposa por los flancos del vientre, sin duda para hacerle masajes y ayudarla para el alumbramiento, y a la partera dedicada con vigilante atención a la evacuación del nuevo ser. Junto a la parturienta están los utensilios y cajas que servían para estos casos. En cuanto a la expresión del trance, el artista ha sabido interpretarla con gran realismo: la faz de la mujer acusa con extraordinaria vivacidad los agudos dolores del alumbramiento; asimismo, podemos observar el vientre abultado y los
pechos endurecidos y desproporcionados.

Con la llegada de la medicina occidental, se sustituye este proceso natural por un conjunto de técnicas para hacerlo horizontal. Sin embargo, algunas regiones han conservado su costumbre ancestral que hoy tal vez sea bueno estudiar y difundir; tratando de que el Parto Vertical recupere la capacidad y la confianza en la propia naturaleza, sin renunciar a la tecnología, sino reservándola para las complicaciones y los casos de riesgo.

martes, 14 de abril de 2009

Médicos Mochicas

La defensa y la prolongación de la vida ha sido la principal preocupación del hombre de todos los tiempos, atrajo la atención y suscitó los esfuerzos de los antiguos peruanos de la costa norte del Perú (Ancash, Lambayeque, La Libertad), donde desarrollaron la Cultura Mochica (siglos I al VI d.C.), quienes, con espíritu científico, descubrieran las propiedades curativas de los metales, plantas y animales, hasta lograr establecer instituciones o profesionales exclusivamente dedicados a la defensa de la salud. Los ceramios nos han reservado noticias interesantes acerca de las enfermedades que los aquejaban y los procedimientos de curación que empleaban, los mismos que por sí solos revelan el alto nivel de su medicina.



A través de la cerámica mochica se ha logrado evidenciar que estos celebres médicos mochicas eran de ambos sexos. Las “médicos” mujeres eran de edad madura, normalmente sentadas en el suelo con las piernas cruzadas, de rostro severo y de prendas de vestir que aunque eran cortas, manifestaban a través de la manera en que estas eran llevadas, aires de superioridad y de elegancia, a su lado se evidenciaban cajas de medicamentos, amuletos y utensilios de curación. Los “médicos” hombres eran más bien de edad adulta, pero igualmente que las mujeres en su forma de sentarse y de vestir, incluso más lujosas, variadas y vistosas, eran sin duda de una jerarquía alta dentro de la sociedad moche. Al lado de estos, las famosas “chunganas” que son usadas como sonajas por los curanderos de hoy en día.





La manera como curaban a los enfermos está fielmente expresada en la cerámica: el paciente, completamente desnudo, era colocado en posición dorsal, y ocupaba el frente del curandero o curandera. Esta forma de auscultación al desnudo constituía la mejor manera de diagnosticar el mal y determinar su tratamiento. Entonces el curandero aplicaba las manos sobre el cuerpo del enfermo en las regiones adoloridas o inflamadas; luego, cerraba los ojos y con la cara hacia lo alto, en actitud de invocación, procedía a indagar la causa de la enfermedad y a descubrir el camino más seguro para combatirla. En la conciencia de estos antiguos curanderos influía lo sobrenatural y lo maravilloso. Sus invocaciones tendían, por lo tanto, a excitar el ánimo del enfermo y a lograr su confianza para que éste se resignara después, lleno de fe, a todo cuanto con él hiciera o le administrase su presunto galeno. Por consiguiente, en toda curación regía una poderosa influencia sugestiva, a más de las bebidas de propiedades hemostáticas, analgésicas, euforbiáceas, diaforéticas, entre otros, que se obligaba a tomar al paciente en procura de extirpar sus dolencias.



El pueblo consideraba a los curanderos como seres sobrenaturales. La recuperación de la salud fue un fenómeno que debió influir mucho en sus creencias y en su fe. Sus medicaciones están estrechamente unidas a los poderes curativos de las plantas y a una serie de actos a los que se les daba origen sobrenatural. Entre las principales enfermedades que fueron plasmadas en la cerámica mochica destacan el bocio, el exoftalmos y el mixedema, que evidencia una patología antigua en el Perú como es el cretinismo, manifestaciones venéreas como el lúe (Sífilis), casos de ceguera producidos por una conjuntivitis aguda, representaciones de onanistas semiesqueletizados, deformaciones sicóticas y lordóticas de la columna vertebral, idiocia aguda, casos de hermanos siameses, parálisis faciales, incluso cerámicos de labio leporino.



(Del libro Los Mochicas. Autor: Rafael Larco Hoyle. Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera, Lima 2001)

domingo, 13 de julio de 2008

Donde se inició la Medicina Peruana


Muchos debatirán y afirmarán que la historia de la medicina en el Perú se dió lugar incluso antes de que estas tierras se llamasen PERÚ.

Soy un médico peruano, nacido desde hace 30 años aproximadamente, y desde hace más de 10 años, desde las aulas universitarias, nació la curiosidad y necesidad por comprender e investigar los inicios de la medicina en el Perú. Tal vez, mientras discutamos gracias a este espacio virtual, encontremos que la medicina peruana no nació sólo para nuestro país, sino incluso, fue cuna de la actual civilización latinoamericana.

Empezaré por preguntarme donde nació la medicina en nuestro país, con quiénes nació. Como bien se sabe, desde sus orígenes, el ser humano ha tratado de explicarse la realidad y los acontecimientos trascendentales que en ella tienen lugar, la VIDA, la MUERTE y el proceso de la ENFERMEDAD. Las primeras civilizaciones y culturas humanas basaron su práctica médica a dos pilares aparentemente opuestos:

- El empirismo primitivo.
- La medicina mágico-religiosa.

El primero aplica fundamentalmente el uso de hierbas o remedios obtenidos de la naturaleza y el segundo recurre a los dioses para intentar comprender lo inexplicable.

Basándonos es estas definiciones de la medicina primitiva, podríamos argumentar muchas hipótesis, incluso afirmar donde se inició la medicina en nuestro país, nos gustaría saber tu opinión.